En
muchas ocasiones las denuncias por delitos sexuales cometidos en perjuicio de
menores de edad son realizadas como consecuencia de que el niño comunica los
hechos de abuso a diversas figuras significativas de su entorno y no sólo a
alguno de sus padres.
Así
es que muchas veces comienzan de esta manera los múltiples interrogatorios que
practican sus familiares, maestros, profesionales de los gabinetes psicopedagógicos
escolares y, también en algunos casos, se realizan evaluaciones psicológicas
por el profesional que pudiera estar a cargo del tratamiento psicoterapéutico
del niño.
Con
respecto a todas estas posibilidades, debe tenerse presente y en cuenta que los
repetidos e inadecuados interrogatorios y evaluaciones son susceptibles de
producir distorsiones de importancia que serán capaces de afectar notablemente
la validez de la declaración del menor en el momento de relatar los
acontecimientos a los peritos designados para su actuación en Cámara Gesell.
Las
evaluaciones previas a las que se realizarán en sede judicial deben ser
realizadas evitando repeticiones innecesarias, inducciones, preguntas
sugestivas, promoviendo el relato libre del menor, evaluando su nivel
cognitivo, su capacidad para distinguir entre verdad y mentira, su habilidad
verbal y para reconocer cantidades, temporalidad, conceptos relacionados con la
ubicación de objetos en relación a otros, capacidad para identificar prendas de
vestir, partes del cuerpo, etc.
La
calidad del testimonio se relaciona con la exactitud, cantidad y relevancia de
la información aportada, como así también su resonancia afectiva, y existe una
diferencia entre los recuerdos derivados de sucesos internos de aquellos que se
derivan de sucesos externos, es decir que existen diferencias entre los
recuerdos que son producto de la imaginación de los que se encuentran
originados externamente por ser derivados de la percepción.
La
validez de una declaración se relaciona con la inmediatez con que se toman los
testimonios y se realizan las evaluaciones periciales, ya que los
interrogatorios reiterados, las evaluaciones inadecuadas y hasta el pensamiento
constante sobre los acontecimientos resulta en la disminución de las
diferencias entre lo imaginado y lo efectivamente percibido y vivenciado.
Así
es que toda entrevista de evaluación preliminar no debe ser realizada por el
terapeuta del niño, ni por los profesionales que integran el equipo
psicopedagógico escolar. La entrevista que debe administrarse no tiene las
características de una entrevista con fines psicoterapéuticos sino que debe
realizarse conforme a un protocolo estructurado, el cual fue elaborado
específicamente para obtener el relato, libre de sesgos, de los menores
víctimas de delitos sexuales.
De
acuerdo a la Psicología Del Testimonio, las descripciones de eventos que han
sucedido realmente difieren en contenido, calidad y expresión de aquellas otras
que son producto de la imaginación, de la invención, de la sugestión, o de la
inducción realizada por terceros.
El
material obtenido debe ser analizado con la finalidad de verificar la presencia
o ausencia de diversos Criterios De Realidad que en su conjunto conforman el CBCA,
parte esencial de la técnica SVA, la cual debe aplicarse en su totalidad
cumpliendo con los requisitos para una adecuada administración de la Entrevista
y evaluando los aspectos considerados en la Lista De Validez.
Se
trata de una técnica que no se encuentra estandarizada, lo cual no quiere decir
que no posea una gran utilidad para calificar un relato como válido en la
medida de que la técnica fundamental de cualquier evaluación psicológica, la
entrevista, haya proporcionado los contenidos suficientes y necesarios para un
análisis apropiado. Las limitaciones verbales y los estados de gran inhibición
que pudiera presentar el niño van a constituir una dificultad para arribar a
una conclusión que refleje la real validez del relato obtenido.
La
administración de técnicas gráficas como el Dibujo Libre, Test De La Familia,
Familia Kinética, H.T.P., Persona Bajo La Lluvia, etc. van a ser de utilidad
para obtener un material proyectivo que se podrá relacionar con los contenidos
de la narración de los acontecimientos en la entrevista, pero sin que esto
signifique que deban analizarse este relato con la finalidad de formular
ninguna hipótesis interpretativa. Recordemos que no se trata de una entrevista
psicoterapéutica sino que se trata de una declaración.
De
la misma manera, instrumentos diagnósticos como los tests temáticos Pata Negra –
Patte Noire, y CAT-A, CAT-H, y el suplementario CAT-S pueden proporcionar una
información de gran relevancia acerca del niño y de sus procesos psíquicos.
El test Pata Negra de Louis Corman es una
técnica proyectiva temática compuesta por una serie de láminas que contienen
escenas claramente definidas en su estructuración pictórica, las que
representan distintas situaciones conflictivas correspondientes al desarrollo
psicológico de niños de 6 a
12 años.
Es un test proyectivo, que se presenta con 16 láminas, realizadas
por Paul Dauce, donde aparecen dibujos de dos cerdos grandes y tres más
pequeños en diferentes actitudes, y cada lámina apunta a temas diferentes: Oralidad, Analidad,
Sexualidad, Agresividad, Dependencia - independencia, Culpabilidad, Sexos
invertidos, Padre Nutricio, Madre ideal.
El C.A.T.-A y el CAT-H de
Leopold Bellak investigan dificultades en la alimentación (orales), complejo de
Edipo, rivalidad, escena primaria, masturbación, agresión, culpa y castigo, la
respuesta de los padres frente a las distintas conductas, miedos, hábitos,
analidad, interacción familiar, etc. Se busca encontrar respuesta a la
modalidad de reaccionar del niño frente a sus problemas de crecimiento.
El material del C.A.T.-A
consiste en 10 láminas, dos de ellas son escenas genuinas, las demás están
ligeramente antropomorfizadas, mientras que el CAT.H muestra las mismas escenas
con personajes humanos.
El C.A.T.-S que es el
suplemento, también son 10 láminas, numeradas de 1 a 10 todas con escenas de
animales que tienen distinto grado de antropomorfización; explora determinadas
situaciones conflictivas que si bien no son tan generales resultan frecuentes:
como accidentes, situaciones traumáticas, intervenciones quirúrgicas (momento
previo y posterior), problemas de aprendizaje, roles parentales, narcisismo,
interacción y competencia entre pares, el lugar del varón y el de la mujer, el
origen de los niños, el médico, la medicina y las enfermedades, la castración,
violencia, abuso sexual, violación, etc.
Se puede elegir la o las láminas
del C.A.T.-S que se consideren importantes para agregar al administrar el
C.A.T.-A o el C.A.T.-H según el caso, por ejemplo, si se trata de posibles problemas
escolares, agregaremos la número 2. Si se trata de problemas de salud, las
láminas 5 y 8, siendo la lámina 9 de un gran valor para algunos casos de abuso,
especialmente intrafamiliar.
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Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en https://www.safecreative.org/user/1207070641723
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