20/10/12

Bullying: El suicidio de Amanda Todd



Amanda Todd, adolescente canadiense de 15 años y víctima de bullying, se suicida hace algunos días luego de haber publicado un mensaje desesperado por medio de un video en Youtube.
No existe demasiada información acerca de otros detalles ya que, probablemente con un acertado criterio, no ha trascendido siquiera el método empleado para la comisión del acto suicida.
A pesar de ello, el caso llama la atención por una constante que se evidencia a lo largo de la narración de una historia que la víctima expone en el video que termina anticipando lo que fue el desenlace final. Esta constante son las ausencias.
En este video se cuenta una historia escrita que parece expresar lo inmodificable, aquello que estará ahí para siempre, igual que la imagen distribuida por el acosador y que, tal como dice más adelante, nunca podrá recuperar porque “está ahí afuera para siempre”. La difusión de esta imagen desencadena diversos trastornos entre los que se mencionan un estado de ansiedad, depresión mayor y un trastorno con pánico.
Comienza a consumir drogas y alcohol, comienza a cortarse, a aislarse, se producen cambios de escuela, y ataques y humillaciones por parte de compañeros, como consecuencia de los cuales dice haberse sentido “una broma en este mundo”. Menciona por primera vez el deseo de muerte y un intento de suicidio por medio de la ingesta de un blanqueador por lo que es internada durante dos días en el hospital. Al regresar a su casa puede ver que en Facebook se decía que lo merecía y que esperaban que estuviera muerta, la etiquetaban y posteaban imágenes de Clorex, decían que debía tomar un blanqueador diferente para que esta vez muriera.
Continúa el aislamiento, se incrementan la ansiedad y la depresión y refiere cortarse en forma constante, se pregunta por qué continúa todavía aquí y, encontrándose medicada con antidepresivos y en tratamiento psicoterapéutico, recurre a una sobredosis de  medicación para un nuevo intento suicida por el que queda internada durante dos días.
Señala que no tiene a nadie, que necesita a alguien y que su nombre es Amanda Todd, finalizando con tres imágenes: los cortes expuestos, luego cubiertos con una venda en la que se lee “hope”, y por último el brazo sin cortes ni vendas en el que se lee “stay strong”.
Decía al comienzo que una constante son las ausencias. En todos los casos falta una tercera instancia posibilitadora y no hay salida. El acosador se convierte en otro omnipresente, con el que nadie puede. Los únicos intentos de encontrar una salida posible parece ser el escape, los cambios de escuela y de ciudad, pero él reaparece, está en todos lados y parece ser más que una persona.
El abuso de sustancias probablemente funciona como un intento de automedicación. No se trata de una adicta, no se busca el placer sino escapar de un padecimiento y del displacer, pero nadie aparece en la escena otorgando una vía de salida, haciendo posible un corte simbólico para que el mismo no se produzca, de una forma tan recurrente como fallida, en lo real del cuerpo.
Nadie apareció en la escena promoviendo la separación de una red social y de la imagen.
Un diagnóstico de depresión mayor, dos intentos de suicidio realizados con medios potencialmente letales y un claro criterio de internación, pero nadie toma una decisión necesaria y, al parecer, tampoco nadie ejerce vigilancia alguna sobre la medicación ni es advertido sobre la posibilidad de que un paciente que presenta una ideación suicida utilice los antidepresivos prescriptos para llevar adelante un deseo de muerte. Tampoco nadie considera la posibilidad de que en los inicios de un tratamiento se produzca un aumento del riesgo suicida debido a que la inhibición psicomotora suele mejorar antes que el estado de ánimo y la ideación depresiva.
Las ausencias son significativas y empujan hacia otro escape que no es salida, pero sí el último. Su mensaje dice “no tengo a nadie, necesito a alguien”, pero no se refiere a nadie en especial, no se refiere a una persona, se refiere a una función que le dé una salida posible para que no sea necesario escapar. La convoca. Le dice su nombre. Llama a una terceridad.


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