11/10/17

El Diagnóstico de Trastorno por Estrés Postraumático en Casos de Mobbing o Acoso Laboral


En algunas ocasiones, los fenómenos de Mobbing producen en las víctimas del acoso una sintomatología compatible con un cuadro clínico de Trastorno Por Estrés Postraumático, pero en muchos casos el diagnóstico formulado en los dictámenes periciales termina siendo el de un Trastorno Adaptativo. Un obstáculo interpuesto por la clasificación DSM IV en el primero de los criterios diagnósticos para este trastorno parece ser insalvable, y la consecuencia inmediata es un dictamen que no refleja la realidad psíquica de la víctima ni el verdadero grado de incapacidad existente.
El Criterio A del Manual De Diagnóstico y Estadística DSM IV-TR y sus versiones anteriores determinan que la persona debe haber estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que se han cumplido dos condiciones:
1- ha experimentado, presenciado, o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás.
2- ha respondido con un temor, una desesperanza, o un horror intensos.
De esta manera, la primera de las condiciones determina que el trastorno sigue a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, y donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física; el individuo es testigo de un acontecimiento donde se producen muertes, heridos, o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves.

Aún cuando en una evaluación todo haga pensar en que la víctima padece este trastorno, la dificultad planteada por este primer criterio determinarán cuestionamientos al diagnóstico enunciado en el dictamen o harán más probable que el perito termine diagnosticando un trastorno de menor entidad.
Es sabido que no alcanza con sostener la existencia de una relación de causalidad entre un hecho y un daño psíquico sino que también hay que probarlo. Es con esa finalidad que se ofrece una prueba pericial, la cual debe proporcionar toda la información que sea relevante acerca del examinado, y esta realidad tiene un valor de verdad independientemente de los tecnicismos.
Desde el psicoanálisis sabemos que ninguna teoría o clasificación es absoluta y, si bien esto a veces parece ser un obstáculo infranqueable, también deja de serlo en tanto el profesional puede considerarlo solo como uno de los recursos disponibles.
Otra clasificación del mismo rango que el DSM IV es la CIE-10 de la O.M.S. y presenta algunas diferencias entre las que el aspecto más distintivo es la caracterización del acontecimiento traumático por medio de la descripción siguiente:
“acontecimiento estresante o una situación breve o duradera de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar permanente en prácticamente cualquier individuo”
Si bien es casi idéntica a la incluida en las clasificaciones DSM, la consideración de situaciones duraderas que causarían por sí mismas un malestar permanente en cualquier persona, marca una diferencia capaz de hacer más flexibles algunos límites establecidos por el mencionado Criterio A del DSM IV.
Como siempre, el análisis de cada caso particular proporcionará las respuestas acerca del diagnóstico adecuado y la forma de que los fundamentos tengan la consistencia necesaria para resistir cualquier cuestionamiento.
Puede entonces diagnosticarse un TEPT sin que se verifique la existencia de un acontecimiento traumático que tenga las características enunciadas en ambas clasificaciones?
El acoso moral en el trabajo es una vivencia amenazadora para la integridad de la víctima, porque el grupo acosador ataca repetitivamente los conceptos simbólicos vitales y porque los testigos mudos le niegan el apoyo social. La víctima vive en un estado de vulnerabilidad permanente de indefensión, desesperanza, miedo y angustia vital, con la particularidad de que este estado de vulnerabilidad ha sido creado en la víctima dentro del mismo entorno laboral.
Cómo sostener el diagnóstico y los valores de incapacidad no tiene una única respuesta. Parte importante de la estrategia del perito al fundar las conclusiones del dictamen será la elección de una clasificación gnosográfica y de las técnicas de psicodiagnóstico más adecuadas para ese caso particular.

Esta obra cuyo autor es Lic. Germán G.De Stéfano está bajo una licencia deReconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de CreativeCommons.
Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en 
https://www.safecreative.org/user/1207070641723